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Opinión desde la tradición nacional y popular

03.01.2013 18:14

Vamos por todo

 

En los últimos días hemos leído en varios matutinos que ofician de voceros del poder económico, distintas notas de opinión acerca de esta consigna que se hizo carne en la militancia nacional popular.
Creen descubrir en ella un carácter jacobino y absolutista, una amenaza.
Como la frase es nuestra, es justo que seamos nosotros quienes la expliquemos y no dejarles a los profetas del odio la imposible tarea de ser exegetas de los pueblos.
Y si de exegesis se trata, tendremos método. En primer lugar, preguntémonos cual es el sujeto de la frase, quien la emite.
 
El Sujeto popular
 
Hay un nosotros, un sujeto colectivo que se configura en la proposición. Es el sujeto que Néstor evocó en la primera concentración a Plaza de Mayo, allá por el 25 de Mayo del 2006, cuando dijo que volvimos para “hacer presente al pueblo argentino en toda su diversidad”. El sujeto de esa frase es el Pueblo que forman “los trabajadores, los empresarios, los intelectuales, todas las fuerzas libres de la sociedad”.
Y ese sujeto popular además es el sujeto de una acción, es un pueblo que se pone en marcha, que se hace protagonista, que “va” unido y organizado por la historia.
Otra pregunta que podemos abordar en nuestra “exegesis” es preguntarnos, al estilo de Focault, sobre el origen de esta consigna.
 
“Genealogía” del vamos por todo
 
Néstor Kirchner se destacó por su contacto directo y permanente con el pueblo. En cada acto cientos de personas se le tiraban encima y le pedían, la más de las veces, por cuestiones colectivas.
Ese estilo lo continúa y profundiza Cristina. Con cada beso, cada abrazo surge también alguna sugerencia, algún pedido, algún mandato.
“Vamos por la independencia del FMI, vamos por las paritarias, vamos por la justicia que nos negó la impunidad, vamos por la obra que necesita mi pueblo, vamos por el Fútbol para todos, vamos por Aerolíneas, vamos por una jubilación digna, vamos por la vivienda, vamos por la Patria Grande, vamos por la renovación de la política, vamos la asignación para todos los pibes, vamos por un presupuesto de educación del 6% del PBI, vamos por la Ley de Medios, vamos por YPF”.
Néstor y Cristina sabían que cada uno de sus avances, solamente abría el camino a la siguiente demanda. Que nuestro pueblo, como todos, nunca se conforman y en cada conquista aparece el germen de un nuevo objetivo.
Argentina era un páramo en el 2002. Saqueada y devastada por el neoliberalismo. No alcanzaba con maquillaje o medias tintas. La única respuesta a las millones de vidas rotas era el compromiso inquebrantable de ir a fondo. En el 2009 Néstor supo que la derrota no tenía otra explicación que la falta de profundización. Los gobiernos populares no son derrotados por los méritos de las minorías, sino por sus propios errores. Y desde entonces Cristina lleva adelante una profundización que solo puede “ir por todo”.
Para terminar nuestro análisis, podemos preguntarnos acerca de lo que encierra el “todo”. Cuáles son los objetivos de ese sujeto pueblo.
 
Ir por todo es construir la Patria que soñamos
Vamos por Todo porque no hay descanso mientras exista un solo pobre en la Argentina. Vamos por Todo porque los procesos populares son como una bicicleta que solamente se sostienen en la medida en que avancen.
Vamos por todo porque todavía son muchas las demandas populares que tienen que ser abordadas para que valga la pena tanto sacrificio y tanto esfuerzo.
Los profetas del odio no pueden sentir como los pueblos. No pueden entender el sentido de esa consigna que anida en el corazón de la militancia.
Ellos ven una amenaza, una desmesura. Es natural que los dueños de todo se incomoden cuando los pueblos van por lo que es suyo.
Este proceso no se puede detener, porque como el agua si se estanca se pudre.
Seguramente hay dentro de esta gran movimiento nacional quienes piensen que se hizo suficiente y que se terminó el tiempo de confrontar con los poderes concentrados.
Seguramente dirán estar de acuerdo con todo lo realizado, pero que ya no hace falta hablar de redistribución de la riqueza, ni de democratización, ni de conquistar derechos. Todo eso estuvo muy bien pero hay que dar vuelta una página, dirán. Los pueblos saben que si no se avanza se retrocede y que aún hay un trecho grande entre lo alcanzado y la Patria que soñamos.
Construir la Patria que soñamos es profundizar las grandes líneas que lleva adelante este gobierno, las mismas que signaron las luchas populares en el último siglo. La Justicia Social solo se consigne confrontando con los explotadores y privilegiados, la Independencia Económica poniendo límites a los grupos económicos, la Soberanía Política reforzando la unidad de Nuestra América y rechazando la tutela de los países centrales, la Democratización distribuyendo la palabra y las decisiones.
Para eso hay que desmontar todavía el “estatuto legal del coloniaje” montado en el ciclo neoliberal mediante leyes, instituciones y corporaciones que van a resistir como un árbol podrido que pese a estar muerto se resiste a sucumbir.
Por nuestra historia, por nuestros mártires, por la memoria de Néstor y por la vida de millones de argentinos que aún no ven reconocida su dignidad, nosotros vamos por todo.
 
 

Una mirada liberal de la Educación

28.12.2012 19:11

La Educación Prohibida

 

La Película “La Educación Prohibida” circuló en estas semanas por internet y redes sociales, como organización política queremos socializar nuestra opinión sobre dicho film. Si la proyección de esta película es la excusa para pensar, interrogarnos y discutir acerca de la educación y la escuela que queremos, lo celebramos y nos parece positivo y necesario, quizás sea lo único que acordamos con esta película.


 
La “Educación Prohibida” omite analizar el contexto político y social de la Argentina actual, no dice por ejemplo que desde el año 2003 nuestro país tienen una Nueva Ley de Educación, que se invierte más del 6% del Pbi. Es decir, para la película es exactamente lo mismo la educación en este contexto, que en la década menemista o la dictadura. Y es lo mismo en la Argentina, que en Chile (claramente un modelo privatista), que en España. Cuando la omisión es tan grande, sólo nos queda pensar que se trata de un error contundente o de una intencionalidad por hacernos creer “que todo es lo mismo”: ¿Es lo mismo la educación en contextos de dictadura que de democracia?, ¿es lo mismo gobiernos que deciden tener una educación privatista y para pocos, que gobiernos que deciden invertir el mayor presupuesto de Latinoamérica y generar una escuela para todos?
 
Las voces que se escuchan a lo largo de la película son las de Fundaciones que realizan experiencias alternativas. Es, al menos, extraño que no aparezcan las voces de los docentes de las escuelas públicas, ni de los sindicatos, ni de funcionarios públicos, ni de investigadores de universidades, ni de las familias de los pibes que van a las escuelas públicas, pero quizás lo más llamativo es que tampoco están las voces de los chicos y chicas que concurren a las escuelas. Lo que queda claro es que la película construye un relato, donde hay “Prohibidas” muchas voces.
 
La “Educación Prohibida” supone ser una defensa de experiencias alternativas, aunque en realidad todas las descriptas sólo responden al paradigma de Espontaneismo Pedagógico, ya que omite hablar de otro tipo de experiencias como la Educación Popular de Paulo Freire, la pedagogía social, entre otras.
 
La idea del Espontaneismo sostiene que no es necesaria la conducción pedagógica del aprendizaje, “los chicos aprenden los números y a leer, como aprenden a caminar… porque ven a su papá hacerlo” dice uno de los testimonios, otra de las voces que se escuchan en la película alienta la formación de experiencias educativas domiciliarias. Estamos convencidos que todos los pibes y pibas pueden aprender, pero ¿Qué pasa con esos chicos que no ven a sus padres leer, ya sea porque esos adultos no saben leer o porque deben trabajar muchas horas para garantizar la comida en la casa? ¿Ahora qué sucede en contextos donde los pibes son excluidos de los bienes materiales y culturales? ¿Sin la intervención del estado, sin docentes ni adultos que acompañen el proceso educativo no se profundiza la brecha de la desigualdad?, la idea de la escuela “en casa” propuesta por la película nos suena a experiencias para una elite, es decir una experiencia
que fomenta aislacionismo. Con un ropaje de “progre” la película fomenta el “sálvese quien pueda” propio del neoliberalismo más crudo.
 
El título “La Educación Prohibida”, nos parece desacertado. En primer término es falso que exista algún tipo de educación prohibida, y por otro lado la palabra “prohibida” tiene una fuerte carga simbólica por nuestra historia reciente, por respeto a las palabras, por los que de verdad fueron proscritos, censurados, perseguidos y hasta desaparecido, nos parece innecesaria la utilización de ese título.
 
Disentimos también de la mirada que tienen la película sobre el rol de estado, nuestra historia nos ha demostrado que cuando hay un estado ausente, los perjudicados son siempre los mismos: los sectores populares. ¿Es acaso ingenua la mirada de la “Educación Prohibida” sobre el rol de estado? ¿ O la propuesta supuestamente alternativa propone un estado chico, donde no haya intervención y todo se regule solo?

 
Es necesario cuestionarnos cotidianamente si la escuela que tenemos es la que queremos, es necesario tener una mirada crítica acerca de los docentes y su formación, es necesario interpelar los diseños curriculares, es necesario seguir luchando para tener una escuela inclusiva y para todos, es necesario fortalecer la educación pública como un espacio para todos, es necesario tener un estado cada vez más fuerte y presente en la educación. ¿Era necesario el ataque a la educación pública, a sus docentes y al Estado por parte de la “Educación prohibida”?
 

Corriente Peronista Descamisados


Secretaría de Educación

Una militancia unida, organizada y solidaria por Marcelo Koenig

28.12.2012 19:06

Cuando la reacción sale a cacerolear su odio. Cuando
los gorilas agitan su bandera verde dólar. Cuando
se agitan las aguas de las defensas sectoriales con
su rencor hacia las mayorías. Cuando los amantes de
sus privilegios ponen el cuchillo entre los dientes.
Cuando los gorilopolios mediáticos excusan en la libertad
de prensa la defensa de su derecho a quedarse con
todo, monopolizando la palabra. Cuando los periodistas
comprados por cuatro monedas incuban la bronca y
destilan veneno. Cuando la oposición pigmea hace ejercicio
de ser marioneta de las corporaciones. Cuando se
desprecian las mayorías que vienen siendo incluidas.
Cuando quieren que este proyecto nacional popular y
democrático detenga su marcha. Cuando los tibios
sacan las calculadoras y las encuestas para pensar
como acomodan sus huesos.
Ese preciso momento es el tiempo de la militancia.
Con compromiso y humildad, la militancia tiene que
salir a ganar las calles. Para resignificar cara a cara con
nuestro pueblo todo lo que hemos caminado desde aquel
país de rodillas en el 2003 hasta hoy. Para bancar a
Cristina y todo lo que hizo, cuando la prudencia de los
politiqueros le recomendaba claudicar. Para construir la
espalda de todo lo que tenemos que hacer. Para que no
haya un sólo argentino y argentina que en cualquier
rincón de la patria no sea alcanzado por las políticas
inclusivas y redistributivas. Para levantar las banderas
del orgullo nacional. Para reafirmar que en esta bendita
tierra lo mejor que tenemos es el pueblo. Para demostrarles
a los esbirros de la cadena del odio y el desánimo
que les vamos a quitar el monopolio de la palabra. Para
que todo el mundo sepa que el gran legado de Néstor
Kirchner es que recuperamos la política como herramienta
de transformación.
Una militancia unida, organizada y solidaria. Unida
deponiendo sectarismos, vedetismos, individualismos y
actitudes oportunistas. Organizada en la solidez de un
pueblo que va venciendo al enemigo en la medida en que
crece en niveles de participación y organización. Solidaria
en su tarea cotidiana, en su practica con los que
menos tienen, en sus sueños de justicia.
Con la fuerza que nos da el ser parte de un proceso
sudamericano que puso al mundo en clave de avance
cuando la crisis y la reacción campea en los países dominantes.
Con la fuerza de la Patria Grande que viene
levantando banderas multicolores de liberación. Con la
fuerza de 30.000 estrellas que hemos clavado en la aurora.
Con la fuerza de Néstor que nos dejó su ejemplo.
Con la fuerza de Cristina que no claudica aunque vengan
degollando. Con la fuerza de un pueblo que jamás se
rinde. Con la inmensa fuerza de nuestros sueños que
nos impulsan a hacerlos realidades.

Tres años de la Asignación Universal por Hijo

“Donde existe una necesidad, nace un derecho”

29.12.2012 12:11
Tres años de la Asignación Universal por Hijo de Cristian Arroyo   “Donde existe una necesidad, nace un derecho”   Hace apenas tres años, los niños cuyos padres no eran trabajadores registrados estaban excluidos de uno de los derechos de la seguridad social: las...